—¡Da Shen!
Shen Nianzu corrió por el pasillo oscuro y laberíntico, su mirada aguda escaneando los alrededores. —¿Xinxin? ¿Están ustedes aquí? Su voz resonó por el espacio vacío y le rebotó, pero aún así no obtuvo la respuesta que esperaba.
A diferencia de Jin Jiuchi que siguió corriendo hasta quedar sin aliento como el tonto que era, Shen Nianzu sabía mejor que no malgastar su energía en una acción tan fútil. Se detuvo en seco y se masajeó las sienes, maldiciendo por lo bajo:
—He sido muy descuidado.
No tenía idea de cómo se había separado de sus compañeros de equipo ni cómo había acabado en este predicamento. Lo último que recordaba era haberse dormido en su habitación, y lo siguiente que supo, estaba atrapado aquí.
Mirando fijamente el pasillo interminable y desolado, parecía poder adivinar la habilidad de la criatura de pesadilla más fuerte de este barco, también conocida como la 'reina— distorsión espacial.