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—¿Cuál sería el beneficio de darme ADN de tiburón? —preguntó Cheng Bo Jing, mirando la hoja de papel en sus manos como si tuviera todas las respuestas. Quizás las tenía, pero no había forma de que él supiera cuáles eran. Todo lo que tenía eran más preguntas.
—Los médicos han estado utilizando ADN de tiburón como una forma de tratamiento contra el cáncer durante los últimos años o algo así. Un médico llamado Bin An Sha fue el primero en darse cuenta de que si los tiburones podían curarse tan bien, entonces tal vez podríamos aprovechar ese aspecto de ellos para curarnos —respondió Wang Tian Mu. Estaba sentada en una de las muchas sillas dentro del laboratorio, como si estuviera demasiado cansada para moverse.
—¿Así que los militares nos han estado dando un tratamiento contra el cáncer? —Cheng Bo Jing no era un idiota; sabía que ese no era el caso, pero realmente no podía pensar en ninguna otra razón por la que le habían dado algo que contenía ADN de tiburón.