Xiao Shao miró a Xu Xiang en silencio, luego levantó la vista hacia el cielo. Al inclinar su cabeza y mirar fijamente al cielo, solo podía ver el sol brillante y un cielo límpido. Solo había unas pocas nubes para ofrecer algo de sombra a medida que pasaban volando frente al sol.
Volviendo su mirada hacia su rostro sereno, él preguntó:
—¿Por qué tienes tanta prisa hoy?
Al escuchar su pregunta, Xu Xiang lo miró de reojo. Frunció el ceño ligeramente y dijo:
—Tengo el presentimiento de que debemos abandonar este lugar antes del atardecer.
Escuchando su respuesta, Xiao Shao levantó las cejas ya que era raro verla fruncir el ceño. Reflexionó sobre sus palabras por un momento y asintió.
—Entonces debemos darnos prisa. Dáme las bolsas de comida y agua, y yo se las entregaré a la familia Fan. Ellos las distribuirán por sí mismos, así que puedes darle el resto de la comida a mi familia —tomó algunas bolsas de ella mientras hablaba.
Ella lo miró y preguntó:
—¿Y tú?