—Wula Gan miró a A Lu Zhi y dijo:
—A Lu Zhi, hemos decidido enviar a esos jóvenes médicos para apoyarte a ti y a la Señorita Xu Xiang, y dejar que los médicos mayores se queden en nuestra aldea. Si todos te seguimos al campo de batalla, los aldeanos de nuestra aldea tendrán problemas si se enferman.
—Al escuchar lo que dijo, A Lu Zhi estaba muy agradecido. Los médicos más talentosos de la tribu Yishi son todos de su generación más joven. Al permitir que esos jóvenes médicos lo sigan al campo de batalla, muestra cuánto lo apoya y confía en él Wula Gan.
—A Lu Zhi se levantó, puso su mano derecha sobre su corazón, inclinó la cabeza y dijo solemnemente:
—Gracias por tu confianza en mí. Aunque no puedo prometerte que todos volverán vivos, te prometo que haré todo lo posible y traeré a todos de vuelta a salvo.
—Después de que A Lu Zhi terminó de hablar, Ha Tai suspiró, se levantó y dijo:
—Cuando vayas a partir con la Señorita Xu, recuerda notificarnos.
—A Lu Zhi sonrió y dijo:
