Huan Yun miró las grietas en el cuenco vacío, luego levantó la vista hacia Hu Wenfeng y preguntó confundida: «¿Tomaste la medicina equivocada? ¿Por qué te enojas de repente sin motivo?»
Al escuchar su pregunta, Hu Wenfeng casi no pudo mantener la sonrisa. Cerró los ojos, tomó una respiración profunda, los abrió, y luego miró a Huan Yun.
Aprieta los dientes y dijo, «Yun Yun, ¿cómo puedes alabar a otro hombre delante de mí? Incluso tienes esa expresión de enamorada en tu rostro. ¿No crees que te estás pasando?»
Huan Yun ladeó la cabeza, sintiéndose aún más perpleja. Miró a Hu Wenfeng por un momento y dijo, «Hu Wenfeng, ahora solo somos amigos. ¿No crees que tú te estás pasando?»
«...» Cuando se le preguntó sobre la cuestión que él mismo había planteado, Hu Wenfeng se quedó sin palabras.
