Hu Meiniang, quien estaba herida y cayó al suelo, miró a Xiao Shao y Mu Yucheng quienes estaban parados frente a ella incrédula. Como demonio zorro, su talento innato es la seducción. Si un hombre huele la fragancia natural que ella emana deliberadamente, se enamorará de ella locamente y no podrá liberarse.
Había estado liberando la fragancia durante unos minutos, pero todavía no había ninguna reacción por parte de los dos. Era como si ambos ni siquiera pudieran oler la fragancia que ella exudaba.
Miró a Xiao Shao, y vio claro disgusto, ira y odio en sus ojos de fénix. Luego se volvió a mirar a Mu Yucheng, solo para encontrar indiferencia en sus fríos ojos. La forma en que Mu Yucheng la miraba era como cómo miraba al río, las montañas, o incluso el cielo.
Hu Meiniang se negó a creer que no podía seducirlos en absoluto. Después de pensar en ello, 'accidentalmente' perdió su fuerza y cayó al suelo débilmente.
—Aiya~ —gritó suavemente con voz coqueta.
