—El día siguiente pasó rápidamente, con ambos, el Vicerrector Bijilo y el Profesor Xiant, dándonos más trabajos para escribir, haciendo que Anput se quejara todo el camino a casa.
Me dispuse a terminar todas las tareas de la casa, como cocinar, limpiar un poco, lavar nuestra ropa y luego escribir mis trabajos, me senté afuera, preparándome para continuar con la fusión de mi maná de viento y agua. Cerré los ojos, enfocando mi atención hacia adentro, hacia mi maná ligeramente mezclado. Para entonces, había logrado infundir una buena parte de mi maná de viento en mi agua, transformándola de ese familiar estado líquido, cálido y tranquilo a una agua helada, con picazón, que era sorprendentemente cómoda dentro de mí. Agarrando el viento restante que iba rezagado detrás de mi agua, lentamente empujándolo más adentro en el maná de agua. Aprieto los dientes mientras un escalofrío recorre mi cuerpo, gradualmente filtrando el viento en el agua, profundizando el frío.
