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Punto de Vista de Leone
Anput y yo nos encontrábamos mirándonos incómodamente en la sala, sentadas en el sofá sorbiendo té mientras escuchábamos a los gemidos celestiales que resonaban a través de la casa.
Se había convertido en una mezcla de bendición y tortura, escuchar ese sonido.
Una bendición porque alimentaba muchas de nuestras fantasías, ya fuese de la mujer que gemía o de estar en su lugar, debajo de la encantadora Demoness azul que era Jahi.
Sin embargo, era tortura porque, por el momento, solo se nos permitía escuchar con envidia, esperando y rezando que pronto llegaría nuestro turno.
—Entonces ehh... sobre lo de antes... —Anput asintió, sus mejillas ligeramente más oscuras mientras intentaba concentrarse en mí.
—Kat... ella... —Ella mató... no, ella masacró a esos hombres. Y todo con una sonrisa también... —Frunciendo los labios, Anput dirigió su mirada al suelo, una mezcla de sorpresa, preocupación y un ligero orgullo en sus ojos de obsidiana.