—Podemos hablar de él más tarde. Por ahora, quiero saber quién es esta.
Leone empujó el cadáver ante nosotras con su pie calzado con botas, sus ojos se entrecerraron ligeramente al mover su pie hacia la capucha del cadáver.
Empujándola para atrás, todos nos quedamos mirando fijamente a la mujer revelada por unos momentos, antes de que Jahi murmurara —No sé si debería estar sorprendida, o...?
Tendida boca arriba estaba una mujer humana, su cabello recogido en una trenza que empezaba en su frente y bajaba por su cráneo, mientras que los costados de su cabeza estaban afeitados al ras.
Sus labios estaban abiertos en una expresión de shock, y sus opacos ojos marrones nos miraban, dejándonos saber que no esperaba morir en ese momento.
La piel marrón oscura brillaba bajo la luz del fuego, y yo desenvainé una daga y comencé a cortar la capa, sin confiar en absoluto en el cadáver.