Cuando regresamos a casa, todos observamos cómo Anput empezaba a montar su forja en el patio trasero, utilizando su Magia de Tierra para crear un horno para sí misma antes de remodelar los pedazos de acero en un yunque utilizable.
Mientras ella creaba su miniatura de forja, Leone se apresuró a volver al interior cuando escuchó un golpe en la puerta, que era su Juego de Alquimia.
Comenzó a instalar eso en su habitación, apartando la abundancia de libros y papeles para hacer espacio para los varios frascos, viales, quemadores y más cosas científicas de las que yo no tenía ni idea.
Aunque yo estaba muy familiarizado con el mortero y la mano de mortero que ella robó de la cocina, dándole a la Vampiro una mirada apagada cuando ella lo colocó vacilante en su escritorio.
Sacudiendo la cabeza, volví al patio, dejando a Jahi dentro con Leone mientras ella comenzaba a experimentar con la Alquimia.