Punto de vista de Leone
Observando cómo Anput se aferraba desesperadamente a Kat, fruncí el ceño ligeramente, la larga hora y media de escuchar y reconfortar al Chacalino había hecho poco por su autocompasión y angustia.
Había revelado mucho sobre la cultura en la que creció, cómo escupió a esa misma cultura que tanto apreciaba con sus acciones de hoy.
Intenté, de verdad que lo hice, tratar de explicar que quizá se había excedido un poco, pero que venía de un lugar de amor, usando mi propia desaprobación de las acciones de Kat y mis propios sentimientos para intentar convencerla de ello, pero el Chacalino no me escuchó en absoluto, en lugar de eso dobló su auto-odio mientras se desahogaba conmigo.
Ahora, al verla llorar como una niña, aferrándose a Kat como a su madre, solo pude suspirar antes de avanzar también, apoyándome contra Jahi.