Mirando el fenómeno que su ataque había causado, Alice no podía comprender cómo había logrado tal hazaña. Incluso si pudiera colapsar sus llamas en un orbe y liberar todo su poder, no debería haber causado tanta destrucción.
—Definitivamente necesitamos hablar sobre esa llama tuya —la voz de Thane resonó cuando apareció junto a Alice.
Al extender su mano, cuatro Sigilos se manifestaron en su cuerpo mientras el Abismo mismo parecía inclinarse ante su poder.
El espacio alrededor del ataque de Alice comenzó a fracturarse y resquebrajarse mientras la oscuridad derramaba, envolviendo el creciente nexo de destrucción en su sombra.
Con un simple movimiento de su muñeca, las sombras aplastaron el ataque, no dejando ni una pizca del ataque original.
Suspirando profundamente, Thane se rascó el cabello mientras miraba a Alice con incertidumbre. Ese ataque, esa llama que ella manifestó.