En un movimiento rápido, Alice desenvainó la katana y la sostuvo a su lado. Mientras la hoja encontraba el aire frío de la noche, parecía zumbando de excitación mientras las llamas titilaban en el viento. La melodía etérea resonaba en el bosque silencioso mientras la bestia sentía una sensación de desesperación subiendo por su espalda.
Mantenía una postura agresiva con sus ojos sin atreverse a desviarse de Alicia.
El silencio se hizo entre los dos mientras ninguno hacía un movimiento.
Alice podía sentir su mente aguzándose mientras sus sentidos se concentraban completamente en la bestia. La emoción de la caza bombeaba por sus venas mientras activaba sus Sigilos.
La suave luz de la luna brillaba desde arriba, filtrándose por los huecos de las hojas mientras Alicia extendía sus brazos y cerraba los ojos, deleitándose en esta sensación.