—Ahora, ¿cómo crees que debería tomar venganza? —preguntó Allura mientras se arrodillaba frente a su capitán.
Agarrándolo por el pelo, lo levantó y lo miró fijamente.
—¿Bueno? ¿Cómo debería tratar al bastardo que convirtió a mi viejo amigo en un desastre mitad bestia mitad humano? ¿Eh? —Allura preguntó una vez más.
Ya no sonreía y su tono era frío.
Incapaz de pronunciar palabra, el Capitán se sentía como si una bestia aterradora estuviera mostrando sus colmillos, dejándolo incapaz de reaccionar por miedo a que la bestia mordiese, matándolo al instante.
Suspirando suavemente, se levantó mientras mantenía su agarre en su pelo.
—¿Ustedes dos también están involucrados? —preguntó Allura, estrechando los ojos hacia los otros dos que estaban en la habitación.
Palideciendo, ambos negaron con la cabeza en pánico sabiendo que si estuvieran, serían el objetivo de la ira de esta mujer.
—Bueno no importa. Hay formas de verificar la verdad.