Después de que Ria se cambiara, tanto Gin como Allura decidieron dejar que ambas descubrieran cómo lidiar con la última asignación de Allura.
Una que las haría solicitar duelos con los mejores estudiantes de la Academia y ver cómo les va.
Su mentalidad era tal que si las dos chicas se desempeñaban bien, podrían descansar tranquilas y dejarlas continuar su viaje. Si no, seguirían vigilándolas y retrasarían algunos planes.
—Así que se supone que debemos pedirle a Neal que nos dé una recomendación, ¿verdad? —preguntó Ria mientras jugaba con algunas monedas de oro en su mano. Ya que Allura y Gin no querían que las dos sobornaran para entrar, habían confiscado la mayor parte de su dinero excepto un puñado de oro.
—Mnm. Allura dijo que deberíamos hacer que Neal nos avale para que realmente podamos desafiarlos. Supongo que si no lo hiciéramos, ni siquiera nos darían la hora del día. —Alice asintió con la cabeza mientras Ria suspiraba.