Al llegar a las caballerizas, contrataron a un conductor de carreta para un viaje redondo a las Ruinas de la Torre Inferno.
Sin embargo, hubo una pequeña complicación que ninguno de los dos previó.
—¿¡Haaa??? ¿No harás un viaje redondo? ¿Por qué? —preguntó Ria frunciendo el ceño.
—Han circulado algunos rumores para los conductores en este momento. Ir a cualquiera de esas áreas en un viaje redondo significa la muerte. Puedo hacer un viaje de solo ida, pero no redondo, no voy a acampar allí, lo siento querida —se disculpó el conductor mientras los demás conductores parecían tener el mismo sentir.
—¿Qué tal una área cercana entonces? ¿Tal vez puedas dejarnos allí y acampar un poco lejos? —preguntó Ria, esperando llegar a un compromiso.