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Al escuchar el alboroto de los invitados entrando al coliseo, Alice miró más allá de las puertas y observó el flujo de gente que lentamente llenaba los asientos del estadio. Ahora que no la habían arrojado directamente a la arena, se tomó el tiempo para observar los palcos VIP que se cernían por encima de la arena.
Estaba conectado por cuatro puentes que se extendían hasta el borde del coliseo mientras ella suponía que posiblemente había cuatro habitaciones o una gran sala para muchos invitados.
—¿No les da miedo su seguridad? ¿Y si la bestia salta y rompe uno de los puentes? Si eso sucede, todo el palco se desplomaría. —Alice se dijo a sí misma mientras no entendía por qué harían tal disposición ilógica.
Mientras los invitados llenaban los asientos, una voz familiar comenzó a presentar el evento ya que la atracción principal apareció en el medio de la arena.
Las sombras parpadeaban bajo los reflectores antes de reunirse en el centro. Un hombre salió lentamente y miró hacia el público antes de hacer una pequeña reverencia.
Vestía una amplia túnica desgarrada que cubría todo su cuerpo con cadenas doradas alrededor de sus brazos. Una variedad de baratijas y bolsas se podían ver escondidas alrededor de su cuerpo.
Levantando sus brazos bajo su túnica, reveló sus antebrazos mientras se mostraban lentamente marcas negras que luego se solidificaban como un par de Sigilos elaborados que cubrían su antebrazo entero.
*¡CRACK!
Atravesando su piel, se podían ver mangos fabricados de sus propios huesos mientras él sacaba un par de dagas. Una vez que las dagas fueron retiradas, su piel comenzó a repararse por sí misma y volvió a la normalidad.
—¿Es uno de sus poderes crear dagas de sus huesos? No parece que le falten huesos reales. Quizás está haciendo un juego de duplicados. —se preguntaba Alice mientras el hombre demostraba más de sus talentos.
Al igual que Lars, él también era un portador de 3 Sigilos con su segunda habilidad que parecía ser la capacidad de incrementar su velocidad en las sombras y moverse a través de ellas.
La tercera habilidad era invisible mientras Alice asumía que era algo que tenía efecto dentro del oponente.
—Su poder para moverse a través de las sombras me recuerda al hombre que me liberó... Me pregunto cuántos Sigilos tiene él. Si pudo enviarme al Abismo con facilidad entonces debe ser bastante poderoso. —Alice pensó para sí misma.
Girándose hacia un lado, Alice notó que Lilia tenía una expresión preocupada.
—¿Algo anda mal? —preguntó.
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—¿Eh? Oh, solo un poco. Si la atracción principal es alguien especializado en asesinato, podría ser un poco más molesto para nosotras. Dado que eso significa que no tendría el poder de enfrentarse directamente con la bestia principal. Si la bestia dirige su atención a otro lado durante la pelea, algunos de los esclavos estarán en problemas —Lilia frunció el ceño mientras Alice estaba de acuerdo con sus preocupaciones.
Ya que él parecía ser un asesino, revelarse sería deshacerse de su mayor ventaja.
'De cualquier manera, su objetivo es matar al Cazador del Crepúsculo, no es algo de lo que debamos preocuparnos. Nuestra preocupación son las pequeñas bestias que el coliseo eligió para nosotros. No tenemos idea de qué bestias son. Lilia obtuvo algo de información pero aún es incierto—Alice pensó para sí misma.
Anunciando el nombre del Asesino como Raine, el locutor pidió a todos los esclavos que entraran a la arena.
El sonido de engranajes girando se podía escuchar mientras las puertas metálicas se abrían, permitiendo la entrada de los esclavos a la arena.
Mirándose el uno al otro, tanto Alice como Lilia asintieron mientras entraban.
Su primer objetivo es encontrar una ubicación ventajosa lejos de los demás. Si se agrupan con demasiadas personas, es invitar a problemas. No hay garantía de que uno de los demás no los empuje por detrás o los use como escudos humanos.
Es mejor para ambas confiar la una en la otra sin otros.
Con la arena ahora transformada en una especie de laberinto con caminos bifurcados, altas paredes y caminos sin salida, las dos finalmente decidieron esconderse cerca de los bordes. Esto reduce las áreas de donde podrían ser atacadas mientras que los otros esclavos parecían haberse dividido en sus propios grupos.
Hubo un total de 30 esclavos en la arena esta vez, sin incluir la atracción principal. Pero considerando que las bestias iban a ser más difíciles esta ronda, era una manera de evitar una masacre unilateral.
Con todos los competidores listos dentro de la arena, el locutor señaló para que se liberaran las bestias mientras Raine se fusionaba con las sombras y desaparecía de la arena.
Quería tomar por sorpresa a la bestia principal, por lo que no sería bueno si la bestia lo viera desde el principio.
Agazapada cerca del borde de las paredes, Alice asomó la cabeza para poder ver con qué tipo de bestia se enfrentaban.
Una a una, jaulas metálicas eran bajadas a la arena y parecía haber alrededor de 20 jaulas pequeñas y una grande, lo que significa que cada bestia, aparte de la principal, tendría que manejar más de un esclavo en promedio.
Mientras se abrían las puertas de las jaulas con un golpe, Alice pudo ver con qué tipo de bestia debían luchar.
Tenían cuerpos largos y alargados con un torso muscular grande. Músculos oscuros grises similares a los que vio con los Sabuesos del Abismo. Conectado al torso había dos grandes brazos humanoides con garras en los extremos y huesos que surgían de sus antebrazos hasta los codos. Aparte de los brazos, tenían 3 pares de piernas insectoides unidas a sus cuerpos serpentinos que terminaban con una cola.
Una miríada de cristales oscuros salían de su espalda que zumbaban con un brillo morado. En su cabeza había un casco esquelético grande que no tenía ninguna abertura para los ojos. Una lengua bifurcada salía de los huecos del cráneo mientras Alice tragaba saliva.
—¿Crees que puedes matar de un golpe? —preguntó Alice mientras Lilia estaba detrás de ella.
—¿Con tanta armadura? No. A menos que podamos darle en el área del estómago, será difícil para mí matarlos —Lilia frunció el ceño ya que esto era diferente de lo que había escuchado. Los guardias murmuraban rumores de una bestia sin armadura y con dos colas, no lo que fuera esto.
Emitiendo un sonido siseante como si se comunicaran entre ellos, lentamente se abrieron camino hacia el laberinto de altas paredes.
Mientras tanto, la jaula grande se abrió y la bestia dentro hizo que Alice frunciera el ceño.
Ella estaba algo familiarizada con el aspecto del Cazador del Crepúsculo, pero esto no coincidía con la descripción del científico jefe.
Era mucho más grande de lo que esperaba y una armadura de quitina blanca lo cubría de cabeza a pies. Grandes ojos rojos, piernas similares a guadañas teñidas de rojo en los bordes y un gran patrón rojo que cubría todo su cuerpo.
En su espalda, se podían ver una miríada de cristales similares a las bestias anteriores que habían aparecido.
'Al parecer, un Cazador del Crepúsculo normal debería tener armadura oscura. ¿Es este una mutación? ¿Una variante?' Alice pensó para sí misma.
Desde arriba, el locutor explicó que la bestia era de hecho un Cazador del Crepúsculo, mientras que las bestias más pequeñas eran llamadas Siegadores del Ocaso.
—Oye Alice, ¿no dijiste que el Cazador del Crepúsculo tenía armadura oscura? ¿Por qué este es blanco y rojo? —preguntó Lilia. El sudor cubría sus palmas mientras se sentía nerviosa solo de estar en presencia de semejante bestia.
—No lo sé. Tal vez una variante de Cazador del Crepúsculo —Alice sacudió la cabeza. No sabía qué tipo de poder traería esta nueva variante, pero no le daba una buena sensación, especialmente cuando el Asesino ahora había desaparecido de la arena.
Mientras Alice y Lilia contemplaban sus opciones, el Cazador del Crepúsculo entrecerró sus ojos y escaneó la arena con la mirada. Podía decir que había otra presencia observándolo desde las sombras, pero no sabía dónde. Sin embargo, su atención se desvió por un extraño aura que sentía. Algo que también podría ser una amenaza para él.
Volteando su cabeza hacia la ubicación de Alice, emitió un chillido bajo mientras Alice sentía un escalofrío recorrer su columna vertebral.
Dando unos golpecitos en sus piernas un par de veces, varios Siegadores del Ocaso comenzaron a moverse hacia la ubicación de Alice.
Viendo sus sombras pasar rápidamente por el suelo, Alice sabía que estaban en problemas y tomó a Lilia por la muñeca.
—¡CORRE! —gritó en pánico.
*¡BANG!
Justo cuando se movieron, el cuerpo de un Siegador del Ocaso cayó desde arriba justo donde estaban un momento antes.
*¡HISSS!
Emitiendo un siseo amenazador, se lanzó hacia las dos mientras Alice se giraba con su lanza en mano y la apuntaba hacia su boca.
No esperaba la represalia de Alice mientras la sangre esmeralda salpicaba las paredes. Agitando su cabeza, Alice fue lanzada ya que no podía mantenerlo restringido.
—¡ALICE! —gritando sorprendida, Lilia apretó los dientes y estrechó su mirada hacia la bestia.
Agazapándose baja, se lanzó hacia su cuello mientras intentaba sacar la lanza. Cortando a la bestia una vez en la axila, desgarró uno de sus tendones antes de clavar su daga de repuesto bajo el casco de cráneo que tenía en su cabeza.
Herido por el ataque sorpresa, azotó su cola hacia Lilia y la golpeó hacia la ubicación de Alice.
Lamentablemente, Lilia no pudo recuperar la daga que dejó en la cabeza de la bestia, pero no le importaba. Deslizándose sobre sus pies, corrió hacia Alice y la ayudó a levantarse.
—¿Estás bien? —preguntó, queriendo asegurarse de que Alice no había sido demasiado lastimada.
—Puedo moverme. Aunque la rotación está limitada. —Alice frunció el ceño mientras sentía dolor en su torso.
Antes de que pudieran recuperar sus armas, vieron como dos Cazadores del Crepúsculo más escalaban por encima de las paredes y giraban sus cabezas hacia el dúo.
Ahora que era una situación de tres contra dos, tanto Alice como Lilia retrocedieron con una mueca en sus rostros.
Ahora era más difícil recuperar sus armas del cuerpo del primer Siegador del Ocaso que todavía estaba vivo.