—¿Puedes sellar a Cayla y a Colmillo Vacío? —preguntó Alicia seriamente mientras Kaden la miraba en silencio.
Un silencio se cernía sobre los dos mientras él estrechaba su mirada antes de curvar sus labios en una sonrisa.
—Sabes que no te voy a dejar retractarte de este riesgo, ¿verdad, niña?
—Lo sé —Alicia asintió con la cabeza.
Esta también era su propia determinación. Su excesiva dependencia de un arma que era demasiado buena para su nivel y la Cayla que actuaba como la base de su fuerza.
Sin estos dos, su viaje se habría cortado, pero al mismo tiempo, si sigue dependiendo de estos dos, nunca alcanzará su verdadero potencial.
—Aunque no selles su alma, ¿de acuerdo? Todavía quiero hablar con Cayla cuando pueda.
Agachándose frente a ella, Kaden la miró a los ojos.
—¿Todavía recuerdas las palabras que te dije cuando te encontré por primera vez? —Las palabras que él le dijo por primera vez.
