Sasha se sintió alarmada cuando su ropa fue desgarrada por Timothy. ¿En serio pensaba follársela en este momento?
—¡Suéltame, Tim! —se retorcía tratando de liberarse de su agarre.
—Deja de resistirte, Sasha. Sé que quieres esto —Timothy bromeaba con su cuerpo, sus dedos apretaban su pecho sobre el sujetador mientras sus labios dejaban besos desde su cuello hasta los huesos de su clavícula.
Sasha mordió su labio inferior para suprimir sus gemidos. No quería admitirlo, pero su cuerpo respondía a sus caricias. Era tan sensible.
—Nunca planeé tocarte sin tu consentimiento esa noche, pero fuiste tú quien se lanzó primero. Estaba durmiendo a tu lado pero me besaste —Timothy le recordó lo sucedido en el Hotel Red Cherry, su mano libre seguía explorando su cuerpo.
Sasha solo podía cerrar los ojos al sentir su cálida mano palmeando sus pechos alternativamente.