—¡Odio esto! Dominique es tan injusto. ¿Cómo puede ser tan duro conmigo? —Sasha comenzó a despotricar. Se encontraba en la clínica de Melissa. Ya estaba borracha porque había tomado unas copas antes de llegar a la clínica de Melissa.
Melissa se sentó a su lado, escuchando atentamente. Incluso frotaba la espalda de Sasha para consolarla. Sasha había estado llorando durante un rato.
—¿Por qué discutieron? —preguntó Melissa con curiosidad.
—¡Es por su ex esposa! —exclamó Sasha, apretando los dientes.
—¡Pero ella ya está muerta! ¿No me digas que todavía la ama? —Melissa se quedó sin aliento, incrédula.
—¡Por supuesto que no! Él no la amaba. Solo sentía lástima por ella. ¡Sabrina era lamentable! —Sasha estaba en negación. No quería reconocer que Dominique realmente estaba enamorado de Sabrina.
Sasha se volvió hacia Melissa, agarrando sus hombros.