[ En la Isla Fortuna Grande... ] Atenea, Lanny y Vladimir iban camino a encontrarse con Enzo. Luna era quien los llevaba en coche a su residencia. El viaje transcurrió en silencio hasta que Luna aparcó el coche a pocos metros de su destino.
—Hemos llegado. Esa es la casa donde he visto al señor Enzo Williams —dijo Luna, extendiendo su mano hacia una casa tipo bungalow con un distintivo techo azul entre los árboles.
Lanny podía sentir el ansia de Atenea por ver a su hermano una vez más. Tomó su mano, dándole un apretón reconfortante.
—Vamos a saludar a Enzo —murmuró Lanny.
Atenea miró a Lanny y sonrió agradecida. Los tres bajaron del coche, con la mirada fija en la acogedora casa.
A medida que Atenea y sus acompañantes se acercaron a la casa de Enzo, cada paso parecía acelerar el latido de su corazón dentro de su pecho.
—Hermano... Voy a verte pronto —pensó Atenea, no pudiendo evitar sentir un sentido de alivio y emoción al pensar en reunirse finalmente con Enzo.