Cuando Melissa salió de la oficina del Dr. Carl, inmediatamente buscó la presencia de Sasha para darle las buenas noticias.
Melissa entró en la sala. Ella tomó la mano de Sasha mientras se sentaban.
—¡Sasha, grandes noticias! ¡El Dr. Carl accedió a hacer la extracción de esperma! —su voz era alta y alegre.
Los ojos de Sasha se iluminaron al escuchar eso.
—¿De verdad? ¿Lo hará hoy? —preguntó Sasha expectante.
—No hoy. Pero mañana. Solo necesitas mostrarle el consentimiento escrito de Dominique.
Sasha se sorprendió por un momento.
—Pero... no lo tengo.
—¡Puedes falsificar el permiso, hacer que parezca que Dominique lo firmó antes del accidente! —sugirió Melissa.
Sasha asintió. —¿Le pediste que lo mantuviera en secreto?
—Sí. Le pedí que lo hiciera confidencial. —Melissa la tranquilizó.
Sasha suspiró aliviada. Parecía que realmente había encontrado a una buena amiga que estaba dispuesta a apoyarla y ayudarla.
—Muchas gracias, Mel. Te debo esto. —Sasha la abrazó.