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Sasha entrecerró los ojos hacia Kimmy. Era solo una niña. ¿Cómo se atrevía a responderle de esa manera?
—No te metas cuando los adultos están hablando. ¿Acaso tu mamá no te enseñó eso? —preguntó Sasha.
Kimmy puso sus manos en los costados de su cintura, mirando fijamente a Sasha. La irritación se podía ver en sus ojos.
—Mi mamá me enseñó a respetar a mis semejantes y a no juzgar a alguien sin pruebas. Tú estás culpando a la persona equivocada, señora. Y estás acusando al tío Enzo. Si él intentó matar al tío Dom, entonces, ¿por qué están juntos? No sentí ningún resentimiento u odio de su parte. ¡Se están llevando bien! —Kimmy escupió espontáneamente mientras defendía a Enzo de la acusación de Sasha.
—No creo que el tío Dom sea lo bastante tonto como para interactuar y pasar tiempo con su asesino —añadió Kimmy.
Sasha se quedó sin palabras al escuchar esas palabras de la niña de cuatro años.
