[ En la Mansión Smith... ]
Ashton sabía en el fondo que lo que estaba haciendo era terriblemente incorrecto, pero su cuerpo no le hacía caso. Su mente le gritaba que parara, sin embargo, no podía alejarse de los ardientes besos de Sasha.
Reconocía su rostro incluso a través de la neblina del deseo, pero no podía romper el hechizo en el que estaban.
Sasha respondía con igual intensidad, pero mientras gemía, era el nombre de Dominique el que se escapaba de sus labios, no el de Ashton. Esto solo alimentaba la desesperación de Ashton, empujándolo más allá de los límites del autocontrol.
Se volvió más agresivo, sus manos se movían con urgencia mientras comenzaba a desvestirla. Sus labios trazaban un camino de besos ardientes desde su mandíbula hasta su cuello, dejando una línea de deseo ardiente en su camino.
La espalda de Sasha se arqueaba contra el sofá, sus respiraciones eran jadeos entrecortados mientras la palma de Ashton acariciaba su pecho desnudo.