Athena no dudó en mostrar su desagrado por la visita sorpresa de Dominique.
—¡No deberías estar aquí! Simplemente vete —intentó enviarlo lejos Athena.
Mientras tanto, Dominique frunció el ceño, su rostro se volvió sombrío. No le gustaba cómo Athena lo trataba fríamente.
Ella lo hacía sentir no deseado debido a su reacción.
Lo que ella no sabía, es que Dominique había salido a escondidas de la Mansión Smith para poder verla esa noche.
Cuando ella terminó su transmisión en vivo antes, Dominique no perdió tiempo. Condujo todo el camino hasta su casa a alta velocidad.
—Vine aquí porque te extraño. Quiero verte —explicó Dominique, dolido por su tono de bienvenida.
—Te dije que no vinieras aquí. Siempre podemos encontrarnos en tu otra villa. Simplemente puedes convocarme. No tienes que aparecer en la puerta de mi casa así como así —continuó regañándolo Athena.