—Mi madre biológica es... —Aaron hizo una pausa por un momento, pensando en algo.
Dominique estaba todo ojos y todo oídos hacia él, esperando su respuesta.
—¿Es Lanny o Atenea? —Por alguna razón desconocida, su corazón latía con tanta anticipación.
Aaron miró a su alrededor antes de acercarse a Dominique. Le susurró.
—Tío Dom, confiaré en ti con este secreto. No se lo digas a nadie, incluyendo a mi abuelo.
Dominique asintió, dándole seguridad.
—Lo juro. No se lo diré a nadie. Esto es solo un secreto entre nosotros.
Aaron sonrió al escuchar eso.
—Está bien, tío Dom. Creo en ti.
—Mi madre biológica es Atenea. Pero la llamo Tía porque ella no quiere que nadie sepa de mi existencia, ocultando nuestra verdadera conexión. Ya estoy acostumbrado a llamarla Tía.
Dominique se quedó helado en su lugar al escuchar esa revelación.
—Aaron es hijo de Atenea. Pero, ¿por qué? ¿Por qué no quiere reconocer a Aaron? —La mente de Dominique de repente se llenó de tantas preguntas.