—Ashton... —Athena sonrió a Ashton de forma incómoda.
Él acababa de sorprenderla saliendo del dormitorio principal.
—Hmm. ¿Ya está lista la cena? —preguntó ella, intentando sonar natural.
Ashton cerró la distancia entre ellos y agarró sus hombros. —¿Qué estás haciendo aquí? Te hemos estado buscando. Pensamos que algo malo te había pasado. ¿Tienes asma?
Una pizca de preocupación era evidente en los ojos de Ashton.
—Oh. Lo siento. Me perdí en la casa. La batería de mi teléfono está agotada. Entré a esta habitación esperando ver un enchufe eléctrico.
—Dios, Athena! Qué excusa tan tonta. Me pregunto si Ashton creerá mis palabras o no.
Ashton asintió con entendimiento. —Está bien. Mientras estés bien. Vamos. Bajemos. Sasha y Dominique nos están esperando.
Él la guió mientras bajaban las escaleras.
Athena se sintió aliviada ya que Ashton no hizo más preguntas sobre por qué salió de la habitación de Sasha y Dominique.