[ En el Café Elixir de la Diosa… ]
Enzo estaba atendiendo a los clientes cuando llegó Alicia para verlo.
—¡Cariño! —La voz de Alicia resonó desde la entrada del café.
Una sonrisa radiante se dibujó en el rostro de Enzo al verla. Sin más preámbulos, corrió en su dirección. Al alcanzarla, Enzo la atrajo hacia él y la abrazó cálidamente.
—¡Estás aquí! —Enzo apretó más fuerte su abrazo—. Te he extrañado.
Alicia solo pudo abrazarlo también y respondió, —Yo también te extraño.
—¿Cómo has estado, mi amor? Espero que el viaje no haya sido demasiado agotador. —Enzo rompió el abrazo para ver su rostro.
—Estuvo bien. Me siento energizada ahora que te veo. —Alicia sonrió tiernamente, sus ojos brillando de calidez.
—Por favor, pasa. Solo voy a informar a nuestro gerente que saldré un momento. —Enzo la guió hacia el interior del café, su mano descansando suavemente en su espalda baja.