—Son las 3:00 am pero Lanny aún no ha llegado —murmuró Enzo, comprobando la hora en su teléfono.
Se revolvía en su cama de un lado para otro. No había dormido esperando la llegada de Lanny.
Llamó a Athena anoche con respecto a Lanny. Pero Athena solo le dijo que no se preocupara ya que Lanny había ido al club propiedad de Vladimir.
—Suspiro. ¿Debería llamarla? No me digas que se quedó a dormir en una habitación de hotel con un tipo.
Enzo se sentó en su cama, marcando el número de Lanny.
¡Ring! ¡Ring!
El teléfono de ella sonaba pero Lanny no respondía.
—Vamos, Lanny. Por favor, respóndeme —volvió a contactarla.
Enzo se bajó de la cama y salió afuera. Justo en ese momento, Lanny bajaba de un taxi.
—Oh, ¿ese es Enzo? ¿Qué hace afuera? —murmuró Lanny mientras se dirigía hacia donde estaba Enzo.
—¿Me habrá esperado? Mmm... debería fingir que estoy borracha —Lanny sonrió pícaramente.
Contrario a la expresión de Lanny, Enzo parecía muy serio.