La mente de Xu Feng se parecía a un torbellino, pensamientos colisionando y entrelazándose en un desorden confuso. A pesar de la explicación sincera y la genuina preocupación reflejada en los ojos de Xuan Jian, el ger se encontró totalmente incapaz de entender la información presentada.
Sus capacidades mentales parecían haberse detenido, atrapándolo en un estado de confusión y desorientación.
—¿Por qué era esta información tan difícil de absorber?
Dos preguntas principales se imponían en sus pensamientos, negándose a ser ignoradas:
—En primer lugar, ¿la idea de que pretendían turnarse para intentar embarazarlo? O al menos solo turnarse para tener sexo con él.
—¿Estaban tan interesados en el sexo como para aún desearlo aunque fuera tan limitado? —No importa lo que pensara nadie, él sabía que ambos hombres eran bastante lascivos. Pero, ¿era solo por hacerlo?