Al abrir la bolsa de lona negra, la variedad de núcleos de cristal era vasta, con colores que abarcaban todo el espectro.
A diferencia de algunas novelas donde los usuarios de habilidades estaban limitados a absorber tipos específicos de núcleos, parecía que Xu Zeng y él no estaban restringidos de la misma manera. Esta revelación lo llenó de aún más esperanza y determinación.
La transmigración y los dioses de las habilidades todavía los miraban favorablemente.
Xu Feng se encontraba en el interior tenue del edificio del restaurante, sus dedos sosteniendo delicadamente un puñado de núcleos de cristal de varios colores. La bolsa de lona a su lado contenía suficiente para que varias personas cultivaran cómodamente sin descanso durante días. Necesitaba decidir qué hacer con ellos.