—¡Zumbido! —Con un sonido estridente, la flecha negra atravesó el vacío e impactó en el pecho de Jian Wushuang. Jian Wushuang sintió un dolor agudo que irradiaba desde su herida e involuntariamente soltó un gemido ahogado. Había estado protegido por un escudo hecho de Poder Espiritual. Sin embargo, la flecha había penetrado el escudo.
El pecho de Jian Wushuang, por lo tanto, había estado vulnerable a la flecha. La flecha podría atravesar el cuerpo de un experto del Reino Santo, pero el cuerpo de Jian Wushuang era mucho más fuerte que el de un experto ordinario. Como tal, la flecha solo se había incrustado superficialmente en su piel y músculo. La flecha no había logrado atravesar su cuerpo ni dañar sus órganos vitales. No obstante, la fuerza del impacto hizo retroceder a Jian Wushuang y a Shi Ling varios pasos.
—Espadachín, ¿estás bien? —Lei Dao y los demás cercanos miraron a Jian Wushuang con preocupación.
