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—¡Corre! —gritó una voz.
—¡Corre ahora! —la seguía otra.
Las voces desoladas y estridentes resonaron en sucesión. Los expertos supervivientes del Reino del Núcleo de Oro de la Secta de los Nueve Emperadores huían desesperadamente como aves extremadamente asustadas, mientras que los expertos del Pabellón Gota de Lluvia aprovechaban la oportunidad para cazarlos.
—Jaja, ¿a dónde van? —se burlaba uno.
—Ya que han venido, quédense aquí —insistía otro.
—Dijeron que harían desaparecer nuestro Pabellón Gota de Lluvia. Jaja, creo que ahora es la Secta de los Nueve Emperadores la que debe desaparecer —se escuchó una tercera voz burlona.
Los expertos del Pabellón Gota de Lluvia estaban emocionados y reacios a renunciar a la oportunidad de pisotearlos.
