En cuanto Natalie vio a Justin, se levantó rápidamente del sofá. —Discutamos algo rápido antes de que llegue mi abuelo.
—¿De qué se trata? —preguntó Justin, quitándose los zapatos para cambiarlos por zapatillas de casa.
—Primero, recuerda que esta es mi casa y yo soy la jefa. Segundo, aunque estemos actuando como marido y mujer, necesitas mantener una distancia de mí. Nada de acercarse a menos de un pie y absolutamente prohibido tocarme—tocar está totalmente prohibido...
Justo entonces, sonó el timbre, interrumpiendo su charla.
—Parece que el abuelo ya llegó. Podemos discutir el resto más tarde —dijo ella, acercándose rápidamente y agarrando su brazo como una esposa cariñosa mientras caminaban hacia la puerta.
—Dijiste que nada de tocarse —le recordó Justin, mirando donde ella había envuelto sus manos alrededor de su brazo.