—Abuela, por favor, no digas más —luego se giró hacia Alberto. —Sr. Ford, le explicaremos todo. Pero necesita calmarse primero.
—Justin, ¿qué está pasando? —preguntó Julia, su voz llena de preocupación y confusión.
—Abuela, prometo que te contaré todo, pero concentrémonos en el Sr. Ford ahora —Justin se acercó a Alberto, quien estaba allí, completamente en shock, su mirada fija en Natalie. —Entonces... ¿no es tu esposo? —preguntó Alberto, su voz temblorosa.
—Abuelo, por favor, déjanos explicar —imploró Natalie, con lágrimas corriendo por su rostro. Sabía que esta revelación sería devastadora para él, no solo por Justin fingiendo ser su esposo, sino por la dolorosa realidad de que ella no sabía dónde estaba su verdadero esposo.
—Sr. Ford
Pero Alberto ya había comenzado a perder la compostura. Su cuerpo temblaba mientras se sujetaba el corazón, sus ojos llorosos llenos de dolor, y su mirada clavada en Natalie. —¿Me mentiste?
—Abuelo, por favor...