Sterling estaba emocionado por lo que el futuro le deparaba. No podía esperar a ver las reacciones de Carter y Dahlia ante su regalo.
Mientras caminaba lentamente por los pasillos de la catedral, el Duque pensaba en Faye y su futuro indeterminado.
Aún lamentaba haber sido un patán ignorante con ella y haberla alejado solo para salvar sus propios sentimientos. Necesitaban terminar su discusión para que él pudiera pedirle disculpas una vez más y confesarse con ella también.
Parecía que cada vez que intentaban hablar el uno con el otro, siempre terminaban siendo interrumpidos.
Una vez que esta celebración terminara, planeaba encerrarse con ella lejos del resto del mundo para que simplemente pudieran sentarse y charlar. Luego, tendrían que profundizar y comenzar a trabajar en una solución para salvar a Faye.
Pero ahora mismo, iba a guardar todas sus preocupaciones y disfrutar de este momento.