El Duque se preparó para una lucha con el fin de proteger a su amada esposa a toda costa. El aura de su espada roja brillante brillaba intensamente.
Podía ver las llamas de su arma reflejadas en los ojos azul zafiro y asustados de Faye.
Él y sus caballeros rodearon a Aaron.
Aaron lentamente levantó la mano y retiró la gruesa capucha que había estado ocultando su rostro, revelando una sonrisa siniestra mientras fijaba la mirada en Sterling.
La débil luz del cielo nublado se reflejaba en su expresión de suficiencia, proyectando sombras inquietantes en sus rasgos.
El aire a su alrededor parecía espesarse con inquietud mientras él se burlaba, su voz cargada de desdén.
—¿Así que tú y tus llamados poderosos caballeros realmente creen que pueden derrotarme? Qué divertido —se burló.
Sterling podía sentir que algo no estaba bien en su situación. Aaron parecía demasiado confiado, arrogante y no asustado por él y sus camaradas.