—¡Si pudiera, sería tu sirviente de por vida!
—¡Adulador!
La sala se llenó de risas. Afuera, la señora Lee podía escuchar la voz de Ella y sonreía, sacudiendo la cabeza. Su joven ama era verdaderamente encantadora—Ella no solo le pagaba un salario generoso de un millón, sino que también se había hecho con un pretendiente adinerado.
Hacia el mediodía, Ella fue dada de alta del hospital bajo la protección de Eric y su equipo. A pesar de que los medios habían acampado fuera del hospital durante dos días, ninguno logró acercarse. La presencia de Eric llevó a la gente a especular que su nueva novia podría ser Ella.
De vuelta en casa, justo a tiempo para el almuerzo. El corazón de Hannah latía acelerado al ver al apuesto hombre en la sala de estar, pero su alegría rápidamente se tornó en desesperación cuando vio su mirada fija en Ella.