—¡Bastardo, hijo ingrato...
Antes de que su puño pudiera alcanzarlo, dos guardaespaldas de Eric intervinieron rápidamente, agarrando el brazo de James.
Los propios guardaespaldas de James se apresuraron, y la tensión en la habitación aumentó mientras ambos bandos se enfrentaban, listos para el conflicto.
—¡Papá! No actúes por impulso. Cálmate y piensa en una forma de manejar esta crisis! —gritó Henry, intentando sostener a Grace, que apenas podía mantenerse en pie.
—¡Eric, bastardo! ¿Cómo pudiste hacer esto solo por venganza? ¡Has destruido al Grupo Nelson! —rugió James, como si Eric fuera el culpable, no Grace.