Cuando llegaron los bomberos, la habitación ya estaba completamente chamuscada, sin nada intacto.
En la playa de Beihai.
Ella corrió descalza por la arena hacia Eric, quien estaba sentado en silencio, mirando hacia la distancia.
Hoy estaba de mal humor. Después de salir de la villa de la familia Nelson, había conducido directamente a la playa.
—No te enfades. Esas personas no lo merecen —dijo Ella suavemente, sentándose a su lado y jugando distraidamente con la fina arena.
En el coche antes, él no había dicho una palabra, su rostro tenso y lleno de ira.
Ella no se había atrevido a hablar, queriendo darle tiempo para que se calmara. Ahora que había estado sentado aquí durante unos quince minutos, finalmente corrió a sentarse con él.
Eric salió de sus pensamientos, todavía sintiéndose un poco bloqueado por dentro, pero su humor había mejorado algo.
Miró a Ella, —Hmph, tu esposo fue herido, ¿y solo ahora vienes a consolarme?
