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Brianna asintió —estaba completamente exhausta estos días. Después de confrontar a la amante, terminó siendo golpeada por Roberto tan fuerte que apenas podía salir de la cama.
Ahora, con Roberto presionando por un divorcio y sin acuerdo a la vista, estaba completamente drenada.
Tan pronto como ella salió de la villa, vio el coche de Eric aparcado afuera. Él se apoyaba en él, ofreciéndole una sonrisa encantadora que la hizo sonrojar levemente. A partir de este momento, su destino iba a tomar un camino diferente.
Era bastante aficionada a la Finca Mar Eterno, un nuevo hogar que simbolizaba un nuevo comienzo y un destino completamente nuevo. Sin embargo, había decidido no mudarse hasta el próximo año.
—¡Apúrate! ¿Por qué te demoras? ¿No puedes caminar cuando ves a un chico guapo? —Eric bromeó al ver a Ella parada quieta, perdida en sus pensamientos.
La cara de Ella se oscureció ligeramente. —¿Este tipo realmente necesitaba estar tan lleno de sí mismo?
