—No, Roberto, no deberías salir los próximos días. ¿Y si... de repente se vuelve loca y te apuñala? ¿No has visto todas las noticias recientes sobre ex esposas o ex maridos apuñalando a la gente? ¡Brianna es el tipo de persona que ya no será educada contigo solo para mantener la apariencia! —Emily sostenía la mano de Robert con fuerza, sus ojos brillando con lágrimas tiernas—. Prométeme, cariño, no vayas a verla, ¿de acuerdo?
Roberto asintió, pero al momento siguiente frunció el ceño:
— Pero si no nos divorciamos, no puedo casarme contigo. ¡Así que igual necesitamos encontrar una manera de divorciarnos!
—Esperemos; no será demasiado tarde para divorciarnos después de que ella se calme —Emily no tenía prisa en absoluto, pero su rostro estaba lleno de preocupación.
Roberto la besó suavemente en la mejilla y luego le dio un apretón sugerente:
— Cariño, eres la mejor conmigo...
