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En las afueras de la Zona del Desastre de Monde, se había establecido un campamento humano, y más personas continuaban llegando una tras otra.
Fuera del campamento, había una muralla imponente, que se calcula tiene unos treinta metros de altura, incluso mucho más alta que las murallas en la ciudad.
Esto era para impedir que las criaturas mutadas escaparan de la zona del desastre y causaran daños a los pueblos cercanos.
Además de los estudiantes de la Universidad Sendero Celestial, también había mercenarios y cultivadores de espíritu salvajes de varios lugares, ya que la Zona del Desastre de Monde ahora era una zona del desastre abierta al público.
Siguiendo a los demás, Amalia bajó del vehículo flotante.
Los instructores de la escuela dieron algunas instrucciones más y luego permitieron que todos se movieran libremente.
La gente en el campamento ya estaba acostumbrada a esta situación.
