—Siento decepcionarte, pero después de que ese bastardo Xiang cortara lazos con nosotros y se llevara todo, estamos con un presupuesto apretado —dijo anciana Señora Bai.
Yan Chonglin, quien escuchó la explicación de anciana Señora Bai, frunció el ceño. A pesar de que lo esperaba, no era agradable oírlo directamente de ella.
Pero no quería arruinar la relación entre él y anciana Señora Bai. Todavía necesitaba el nombre de la Familia Bai. Yan Chonglin se obligó a sonreír.
—Ya veo. Entonces, me disculparé por ahora —Yan Chonglin no quería perder más tiempo allí.
—Chonglin, espera un minuto —anciana Señora Bai detuvo a Yan Chonglin para que no se fuera.
—Sí, tía. ¿Hay algo más? —Yan Chonglin pensó que anciana Señora Bai lo detuvo porque había cambiado de opinión.
—¿Tienes algo de dinero? —preguntó anciana Señora Bai.
