—Este asunto no te involucra. Por favor, hazte a un lado —dijo Bai Xifeng.
—Chicos, puesto que esta jovencita se niega a escucharnos. Veámosla sufrir —dijo el hombre.
Bai Xifeng ignoró a los hombres y caminó directamente hacia los tres hombres de mediana edad. El hombre de afuera ya le había contado sobre los tres hombres de mediana edad. Ellos estaban a cargo de la prueba.
—Saludos a los ancianos. Soy Bai Xifeng. Me gustaría tomar una prueba para convertirme en domadora de bestias —Bai Xifeng saludó a los tres hombres de mediana edad cortésmente.
A los tres hombres de mediana edad les gustó la actitud de Bai Xifeng.
—Ya veo. Ven con nosotros —uno de los hombres de mediana edad asintió.
Todos se levantaron y le dijeron a Bai Xifeng que los siguiera. Algunas personas querían ver a Bai Xifeng tomando la prueba, pero uno de los tres hombres de mediana edad los detuvo.
—Nadie tiene permitido entrar a esta sala —dijo.
—Pero anciano, solo queremos ver la prueba —dijo uno de ellos.