—Acepto su oferta —dijo el hombre deprimido.
—Bien. Por cierto, ¿cómo te llamas? —preguntó Bai Xifeng.
—Fu Peizhi. Entonces, ¿cómo te llamas? —Fu Peizhi preguntó por el nombre de Bai Xifeng.
—Mi nombre es Bai Xifeng —Bai Xifeng sonrió.
—Bai Xifeng... Bai Xifeng... Creo que he oído ese nombre antes... —Fu Peizhi pensó en eso. Hizo una expresión de shock cuando se enteró de eso—. Tú eres esa...
—Bai Xifeng solo sonrió. Fu Peizhi se quedó atónito al descubrir que había sido contratado por Bai Xifeng, la hija del General Bai. Bueno, no sabía qué sentir en este momento. Para ser honesto, era un fan del General Bai. ¿A quién no le gustaba un hombre fuerte?
—Bueno, regresa a tu casa. Quiero decir tu antigua casa. Recoge tus cosas y espérame en la casa del General Bai. Conoces mi nueva casa, ¿verdad? —preguntó Bai Xifeng.
—Sí. Lo sé —Fu Peizhi asintió varias veces.