—Padre, detente. No necesitamos ir al restaurante. Creo que Xiao Li ya preparó la cena para nosotros. Deberíamos irnos a casa más temprano —dijo Bai Xifeng.
—Pero tu estómago... —dijo Bai Xiang.
Bai Tingfeng vio un puesto que vendía bollos al vapor.
—Tío Chao, detén el carruaje —afirmó Bai Tingfeng.
Bai Chao encontró el lugar para detener el carruaje.
—¿A dónde vas, Gran Hermano? —dijo Bai Xifeng.
—Solo espera un momento —Bai Tingfeng se apresuró.
Bai Xiang y Bai Xifeng se miraron el uno al otro. Ambos estaban confundidos. Después de unos momentos, Bai Tingfeng regresó con algo en su mano. Le entregó el objeto a Bai Xifeng.
Una vez que el objeto estuvo en la mano de Bai Xifeng, ella supo qué era. Era el bollo al vapor. Su hermano fue a buscarlos para ella. Ella sonrió ampliamente a su hermano.
—Gran Hermano, gracias —Bai Xifeng agradeció a Bai Tingfeng por ser considerado.
Bai Xifeng sacó dos bollos al vapor y se los dio a su hermano y a su padre.