—Alto —Bai Xifeng ordenó al conductor del carruaje.
El conductor del carruaje detuvo el vehículo.
—Vamos —Bai Xifeng le dijo a Dama Hada Tian Ning.
Ambos salieron del carruaje. Bai Xifeng pagó el dinero al conductor. El conductor contó el dinero y notó que el joven le había dado de más.
—Joven, has dado demasiado. El viaje solo costaba 2 yuan —dijo el conductor del carruaje, deteniendo el paso de Bai Xifeng.
—Oh, puedes quedártelo. Es tu propina —Bai Xifeng movió la mano.
Al oír esto, el conductor del carruaje se puso muy contento. —Gracias, joven. Gracias.
Con este dinero, podría comprar comida suficiente para su familia durante 2 meses. Se disculpó y se fue.
Dama Hada Tian Ning aprendió algo sobre su nuevo maestro. Parecía que su nuevo maestro era un hombre muy amable.
—Vamos —Bai Xifeng caminó.
—¿La casa no está aquí? —Dama Hada Tian Ning se sorprendió.
—No —Bai Xifeng negó con la cabeza.