—¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste antes? —gritó Bai Xifeng.
—Creo que ya te lo había mencionado antes. Probablemente no prestaste atención a lo que te estaba diciendo —dijo Baishe.
—No es de extrañar, no importa cuánto practique, no puedo avanzar —suspiró Bai Xifeng.
—Necesitas ser un farmacéutico de rango 5 para refinar el elixir que podría curar el veneno —declaró Baishe.
—Oye, dime. ¿Por qué siento que no fue un veneno sino un sello? —preguntó Bai Xifeng.
Baishe estuvo en silencio por un momento. Parecía que Bai Xifeng empezaba a notar algo.
—Bueno, está bien si no quieres decírmelo —Bai Xifeng no quería sobreexigir su mente.
Ella confiaba en que Baishe no le causaría daño. Necesitaba practicar sus habilidades de farmacéutica.
Necesitaba cambiar su plan. Necesitaba avanzar antes de ir a ver a su padre y hermano.
Estaba pensando en pedirle a Shen Shoushan que viviera en este patio por unos días. Aquí, ella no tenía que pensar en nada. Era el mejor ambiente para ella.