Bai Xifeng soltó una risita.
—¿Cómo podrías olvidarte de eso?
—¿De qué? —Bai Guowei apretó los dientes.
—Tío segundo, te olvidaste de arrodillarte y saludar al tercer príncipe. Él también es de la familia real —Bai Xifeng recordó a Bai Guowei.
Bai Guowei se sobresaltó. Bueno, nunca había mostrado su respeto al tercer príncipe. De todos modos, no tenía sentido preocuparse por el tercer príncipe ya que era un idiota.
—¿Qué? ¿No quieres hacerlo? —Bai Xifeng miró a Bai Guowei.
Bai Guowei se arrodilló con vacilación y saludó al tercer príncipe.
—Ya puedes levantarte —dijo el tercer príncipe.
Parecía que no estaba acostumbrado a esta situación. Lo que significa que no muchos se arrodillaban y lo saludaban como es debido. Era un poco triste.
Bai Guowei se levantó y corrió hacia su carruaje dejando a su sobrina sin decir nada. A Bai Xifeng no le importaban mucho los sentimientos de Bai Guowei.
—Tengo hambre. Vamos a comer juntos —dijo Bai Xifeng.
—Hmm... —Liu Longwei asintió.